He pensando muy poco en la forma en la que el racismo ha afectado mi vida. De niña nunca recibí comentarios racistas o alguna referencia sobre mi color de piel, pero las escuché. Como cuando me bronceaba y me decía mi familia: «Te pusiste negrita»; no lo decían tan ofensivamente pero, por supuesto, no se sentía como halago. Incluso ahora lo sigo escuchando, pocas personas dicen: «Te ves bronceada», es: «Te ves negra».
(más…)